Fraude digital en Argentina: el 76 % de los usuarios ya fue víctima

Comprar o navegar en internet en Argentina se ha transformado en una actividad de riesgo. Un reciente estudio de Kaspersky reveló que 3 de cada 4 usuarios han sufrido al menos una estafa digital, ya sea a través de phishing, suplantación de identidad o fraudes en plataformas de comercio electrónico.

La situación se agrava si se observa el contexto regional. El reporte global de BioCatch sobre fraude en América Latina indica que el 63 % de los delitos informáticos en Argentina están relacionados con estafas digitales, posicionando al país entre los más afectados del continente.

Un entorno ideal para los ciberdelincuentes
La expansión del ecommerce, la digitalización de los pagos y el uso masivo de dispositivos móviles han configurado un terreno fértil para nuevas modalidades delictivas. Desde ataques automatizados hasta la toma de control de dispositivos (“device takeover”), las amenazas evolucionan al compás de la tecnología.

Uno de los sectores más vulnerables es el comercio electrónico. Según Juniper Research, el 3,7 % de las órdenes online en América Latina son fraudulentas, mientras que el 88 % de las sesiones fraudulentas provienen de dispositivos móviles, según el informe de BioCatch de 2025.

La seguridad tradicional quedó atrás
Argentina no es la excepción. El aumento de transacciones digitales y la rapidez con la que se procesan han dejado obsoletos muchos de los mecanismos tradicionales de seguridad. En este escenario, la verificación de identidad en tiempo real aparece como una de las soluciones más efectivas para frenar el fraude sin entorpecer la experiencia del usuario.

“En la economía digital, la identidad es la primera línea de defensa. Implementar validaciones inteligentes ya no es opcional: es parte del modelo de negocio”, afirma Germán Torres, Director SBU Commerce de Snoop Consulting.

Tecnología como aliada: biometría, IA y detección de riesgo
Las herramientas más avanzadas combinan biometría facial, análisis de comportamiento e inteligencia artificial para validar que quien realiza una operación digital sea realmente quien dice ser. Este enfoque permite equilibrar seguridad y fluidez en el proceso de compra o uso de servicios.

Desde Snoop Consulting recomiendan:

Solicitar documento oficial y selfie con validación biométrica.
Activar autenticaciones avanzadas solo ante señales de riesgo.
Usar IA para detectar patrones anómalos antes de que ocurra una estafa.
Aprobar automáticamente operaciones seguras, sin fricción innecesaria.
“La clave es adaptar la seguridad al riesgo real. No se trata de sumar pasos al usuario, sino de proteger sin entorpecer. Hoy existen soluciones diseñadas específicamente para ecommerce que permiten verificar identidades y prevenir fraudes en tiempo real sin afectar la conversión”, subraya Torres.

Proteger la identidad digital: una ventaja competitiva
En un ecosistema digital cada vez más amenazado, blindar la identidad del usuario ya no es solo un requerimiento legal o técnico, sino un factor estratégico clave. Las empresas que invierten en este tipo de tecnologías no solo protegen sus operaciones, sino que también fortalecen la confianza del cliente y mejoran su performance comercial.