Pandito: el sabor de Mendoza que conquista Buenos Aires con tortitas a mano y corazón

Desde una cocina en Villa Pueyrredón, Noelia Díaz y Ariadna Godoy recrean con pasión las tradicionales tortitas mendocinas. Con una receta heredada, comunicación creativa y producción artesanal, su emprendimiento Pandito conecta sabores, memorias y afectos entre Mendoza y Buenos Aires.

RadioPost FM06/08/2025Lic. Anabel AngileriLic. Anabel Angileri

En plena Villa Pueyrredón, barrio tranquilo de casas bajas en la Ciudad de Buenos Aires, dos jóvenes mendocinas recrean, con harina, chicharrón y mucha emoción, un pedazo de su tierra natal. Pandito, el emprendimiento de Noelia Díaz y Ariadna Godoy, nació de un antojo en una tarde fría y hoy produce más de veinte docenas semanales de tortitas mendocinas artesanales que despiertan recuerdos y emociones en cada cliente.

“Todo empezó con una tortita bajo la parra”, recuerda Noelia, entre risas. Ambas llegadas desde Mendoza —Noelia de Carrodilla y Ariadna de Ugarteche—, buscaban en Buenos Aires algo que les conectara con sus raíces. La idea surgió casi como un juego: comprar harina, manteca y dulce para recrear las tradicionales tortitas raspadas mendocinas. La receta de la abuela hizo el resto.

Pero Pandito no es sólo una cocina. Es también un proyecto de comunicación cargado de nostalgia y creatividad. Los videos y posteos en redes sociales que realizan son pequeños relatos cinematográficos que remiten a la memoria emotiva de los mendocinos lejos de casa. “Yo soy fanática de la comunicación, de los guiones. Si Ari está cocinando y recuerda algo de su abuela, yo lo escribo”, cuenta Noelia, quien canaliza en redes la sensibilidad que despiertan los sabores del oeste argentino.

Lo que comenzó como un capricho terminó transformándose en una empresa artesanal con alma. Sin maquinaria y con puro trabajo a mano —incluyendo la elaboración del chicharrón, cortado a cuchillo—, producen y venden sus tortitas en diferentes versiones: raspadas, pinchadas, de hoja y las favoritas, las de chicharrón.

“No tenemos clientes porteños comunes —cuenta Noelia—, sino gente que fue a Mendoza alguna vez, se enamoró de la montaña y cuando prueba una tortita, cierra los ojos y dice ‘estoy en Cacheuta’”.

Ambas ven en Pandito mucho más que un negocio. “Nos permite ser nosotras mismas, volver a nuestras raíces. Nuestro barrio, nuestros vínculos, nuestros clientes, todos son mendocinos. Nos hace sentir en casa”.

La decisión de emprender no fue fácil. Noelia renunció recientemente a su trabajo fijo en un estudio jurídico para dedicarse de lleno a Pandito. “Sentía que este proyecto tiene mucho más valor, más de nosotras, de nuestra mendocinidad. Y sobre todo, nos hace felices”, dice.

A quienes sueñan con emprender, les dejan un consejo que combina emoción con estrategia: “Primero, amá lo que vas a vender. Después, capacitáte en economía y administración. Y por último, en redes sociales. Hoy todo pasa por el celular de la gente”.

Mientras perfeccionan su receta y sueñan con que sus tortitas lleguen a más rincones del país, Pandito ya es mucho más que una marca. Es una forma de volver a casa, un puente entre Mendoza y Buenos Aires, una historia de emprendimiento, afecto y resiliencia.

Te puede interesar
Lo más visto
emprendimiento

Mendoza impulsa 11 emprendimientos de economía social

Gabriel Piconero
14/08/2025

En una acción destinada a consolidar el trabajo autogestivo y fomentar el empleo genuino, el Gobierno provincial benefició a 11 emprendimientos y artesanos registrados en el Registro de Unidades de la Economía Social y Solidaria (RUESyS).

Suscríbete al newsletter para recibir periódicamente las novedades en tu email